DEMÓCRATA U HIPÓCRITA

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DEMÓCRATA U HIPÓCRITA Soy demócrata Orlando Zabaleta Fui a tirarles pantaletas y a lanzarles gallinas a los militares en las puertas de los cuarteles, para que se pronunciaran…, pero, no se confundan, soy demócrata. Marché para que una docena de generales, un representante de un grupo mediático, otro de una trasnacional, y un cardenal, decidieran en el cuartico de un cuartel que el presidente de Fedecámaras fuera el presidente de la República… pero, todos lo saben, soy demócrata. Apoyé con entusiasmo que el presidente que escogieron Fedecámaras, los Medios y la junta de generales, disolviera a la Asamblea Nacional, electa por todos los venezolanos, y también a los otros Poderes Públicos… pero, insisto, soy demócrata. Respaldé a una partida de generales que tomaron una plaza pública y la declararon “territorio liberado”… pero, reitero, soy demócrata. Defendí con pasión que unas docenas de Gerentes tecnócratas boicotearan y cerraran la empresa más grande de la nación, y que los empresarios cerraran sus empresas, poniendo a todo el mundo a pasar trabajo y hambre y al país a perder un realero, para que así se doblegaran los millones de venezolanos que no querían hacer lo que yo quiero que se haga,… pero, ¿quién lo duda?, soy demócrata. Cerré mi urbanización y las vías públicas para que ni los vecinos ni los visitantes pudieran entran o salir, quemé los árboles de las plazas, y obligué a cerrar al panadero de la esquina,… pero, lo aclaro, soy demócrata. Cuando los millones de venezolanos no me dieron la razón, aún no entiendo el porqué, y perdí el Referéndum, y a pesar de que todas las encuestadoras, incluyendo las mías, me habían advertido previamente que perdería, para no quedar mal, canté fraude, porque quién quita si se armaba una guerra civil, o al menos unos cuanto muerticos me ayudaban,… pero, óigase bien, soy demócrata. Apoyé el golpe en Honduras, y ahora el de Paraguay, a fin de cuentas militares y senadores deben corregir al pueblo equivocado…, pero, todos lo saben, soy demócrata. Ahora continúo en lo mismo, aunque mi candidato no pasa del 35 por ciento, según mis propios amigos de las encuestadoras, los más optimistas, sigo sin calarme que la mayoría decida tan mal, tan distinto a lo que yo, mi familia y mis amigos creemos, y me preparo para cantar otra vez fraude…, pero, que no quede ninguna duda: soy demócrata. Por eso, para que quede claro, siempre le coloco la palabra “democrático” a cuanta organización invento: Coordinadora Democrática, Mesa de la Unidad Democrática, Jóvenes demócratas. Y doy declaraciones reiterando: “Nosotros, los demócratas”. Insisto: soy demócrata. Eso es innegable, es más: es axiomático: Soy demócrata