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Jaimes Branger, Carolina: Rectora suplente del Consejo Nacional Electoral (2004). Una extraordinaria pendeja e inculta, que escribió en marzo de 2004, un elogioso artículo, que revela el pobre cerebrito que tiene, titulado “I Love USA”. En este artículo dice cosas como éstas: “Me declaro gran admiradora de los Estados Unidos... Los venezolanos en general, estamos plenamente identificados con la cultura norteamericana. Mucho más que cualquier otro país latinoamericano, y mucho más que con otro país latinoamericano, quizás con la sola excepción de México. Pienso que esto se debe en parte a que tenemos un acervo cultural más permeable, por nuestra condición de Capitanía General y no de Virreinato durante la Colonia, y también al petróleo, que nos convirtió en país rico y monoproductor, acostumbrado a importar todo... Y como "imperio" moderno, hay que reconocer que con sus enemigos, ha sido el más magnánimo de todos los imperios de la historia.
Jaimes Branger, Carolina: Esta pendeja analfabeta (le hacen falta unos diez o veinte Planes Robinson para que aprenda a escribir y luego redactar) creyéndose muy chic, muy fashionable, muy muy muy de high, escribió: “... si a usted le gusta Beethoven, olvídese de decir que es venezolano. El venezolano de Chávez sólo escucha joropos... Si usted tuvo la “desgracia” de nacer en una familia de clase media o alta, olvídese de decir que es venezolano. El “venezolano” de Chávez es un pata en el suelo que se jacta de serlo... Si usted es una persona de cultura y ansias de superación olvídese de decir que es venezolano”. Y esta atrasad mental, con todo esto que escribe se cree culta, con ansias de superación. ¿Véase a lo que ha llegado con todas sus ansias de superación, a escribir tales bazofias?
MIREN A ESTA BURGUESA PIDIÉNDOLE A BRITO QUE SE MUERA DE HAMBRE: “RESISTE, FRANKLIN, ¡RESISTE!”
Carolina Jaimes Branger // Resiste, Franklin, ¡resiste!
"Yo no quiero que Franklin Brito se convierta en mártir. Yo quiero que siga vivo"
La primera vez que vi a Franklin Brito fue frente a la OEA hace más de un año. En ese momento eran los jóvenes que estaban en huelga de hambre quienes captaban toda la atención de los medios. Brito estaba con dos personas más en una esquina apartada de las bulliciosas carpas donde estaban los muchachos y me impactó la energía que transmitía a pesar de la debilidad que ya mostraba físicamente.
Me acerqué, le di la mano y le deseé que su caso se resolviera pronto. Sentí en él una fortaleza arrolladora. La misma fortaleza de los sobrevivientes de campos de concentración, esa que proviene de la convicción moral de que la lucha es auténtica, tan auténtica, que vale la vida misma.
Franklin Brito es el símbolo de la resistencia ante el latrocinio y la cayapa como políticas de gobierno. Y por eso es un quijote. A pesar de que haya funcionarios que lo tilden de loco. A pesar de que le hayan montado grabaciones y videos en los que tratan de descalificarlo. A pesar de que lo hayan secuestrado y en contra de su voluntad sometido a tratamientos que no deseaba. Y es que ofrecer la vida por una causa es algo que sólo hacen personas muy íntegras moralmente y de una solidez espiritual que pocos tienen, como los mártires.
Pero yo no quiero que Franklin Brito se convierta en mártir. Yo quiero que Franklin Brito siga vivo, porque para reconstruir este país necesitamos de muchas personas como él. Por eso te pido, Franklin, que resistas. Te pido que te imagines cómo es la Venezuela que quieres y por la que luchas en un futuro cercano. Porque esta locura, esta podredumbre -literal y figuradamente hablando- esta ignominia no puede durar mucho tiempo más.
Es hora de que en Venezuela se exalten los héroes civiles, ya basta de iconos armados de espadas o fusiles. Queremos paz, no más conflictos. Es la hora de los constructores, no de los destructores. Es el tiempo de buscar coincidencias, no de ahondar en diferencias. Es ya que debemos comenzar a hablar de "nosotros". ¿No somos todos venezolanos, aunque pensemos distinto, aunque tengamos ópticas diferentes y opiniones diversas?...
Por eso, Franklin, ¡resiste! Muerto te recordaríamos como un símbolo, ciertamente, pero los recuerdos no obran milagros. Te necesitamos vivo. Por eso, resiste, Franklin, ¡resiste!
Citado en “Chávez de papel”, Editorial Actum, con ilustración de Pedro León Zapata, Caracas, pág. 66, 2003.
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